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El Club de Países que Promete Libertad pero Esconde Cadenas

BRICS: El Club Anti-Occidente que quiere Redefinir el Poder Global

¡Buenas buenas mi gente!

Bienvenidos a un nuevo CHAPUZÓN.

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Tiempo de lectura: ~12 minutos

Esta semana, en la ciudad rusa de Kazán, Vladimir Putin celebra lo que para él es una victoria: liderar una cumbre con países que representan el 45% de la población mundial. 

Este grupo es llamado BRICS (Brasil, Rusia, India, China, Suráfrica) - término que empezó en 2001 con un reporte de Goldman Sachs sobre las economías emergentes que dominarían el siglo XXI. Lo que comenzó como un simple acrónimo de inversión se transformó en una alianza política y económica que hoy hace temblar los mercados. Esta semana están de fiesta en Rusia, celebrando su expansión más ambiciosa hasta la fecha. Con nuevos miembros como Irán, Arabia Saudita, y Egipto (sí, en el mismo club, imaginen esas reuniones), el grupo ya representa el 45% de la población mundial y el 36% del PIB global. 

Su objetivo principal y promesa: crear un "orden mundial más justo" y liberarse de la "hegemonía occidental".

La realidad, como mucho en la política, es mucho más profunda:

Mientras el grupo habla de "democratizar" el orden global y liberarse de la "hegemonía occidental", vale la pena preguntarse: ¿Realmente será mejor un orden mundial liderado por países donde envenenar opositores, censurar internet, y asesinar disidentes es política de estado?

Si BRICS es más un, quítate que voy yo de los países Anti-EEUU, no es importante preguntar: ¿Es la mejor respuesta a las imperfecciones del sistema Americano, el sistema Ruso, o Chino? ¿¡El Iraní!?

En este Chapuzón, vamos a ver más allá de la retórica y llegar a entender qué está realmente en juego:

De acrónimo a imperio: Cómo China y Rusia secuestraron un concepto de Goldman Sachs

La guerra del dólar: Entre la libertad financiera y el control autoritario

El futuro del poder global: ¿USA, Multipolaridad, o el siglo de China?

Agarra tu café, dile a tu jefe que llegas 5 minutos tarde, y prepárate para entender el grupo que podría cambiar el mundo tal como lo conocemos...

¡Suéltale!

De acrónimo a imperio: Cómo China y Rusia secuestraron un concepto de Goldman Sachs

Todo empezó con Jim O'Neill, un economista británico de Goldman Sachs, quien en 2001 tuvo una idea: identificar las economías emergentes que dominarían el siglo XXI. BRIC (no habían invitado a Suráfrica al pary todavía) nació como un término de marketing financiero tan simple como efectivo. Brasil, Rusia, India y China: cuatro países grandes, con poblaciones enormes y economías en pleno crecimiento.

Jim O’Neill, pensando en un acrónimo que puedan pronunciar tanto los chinos como los rusos

El tiempo le dio la razón a O'Neill. China ha crecido a ser un rival temido por EEUU, India se ha disparado económicamente, y Rusia ha desarrollado industrias claves (como la energía) más que nadie en Europa. Los BRIC parecían que sí eran serios. El término pasó de ser un acrónimo de banquero a una realidad económica.

Pero lo que O'Neill no previó, fue cómo su “creación” sería secuestrada por ambiciones geopolíticas mucho más profundas.

Rusia, viendo una oportunidad de oro, no perdió el tiempo. En 2006, reunió a los ministros de exteriores de los países BRIC en Nueva York. En 2009, organizó la primera cumbre oficial en Yekaterinburg. En 2010, añadieron a Sudáfrica por su influencia en el continente (y por el alto mundial que se lanzarón seguro… ¡Waka Waka Eh Eh!), y BRIC se convirtió en BRICS.

Primera reunión en Nueva York, Borrosa flow 2006

Lo que comenzó como una alianza económica informal se transformó en un proyecto geopolítico de ambiciones extremas. China y Rusia vieron en BRICS la oportunidad perfecta para crear un contrapeso al orden mundial liderado por Estados Unidos. Un "club anti-Occidente" disfrazado de "alianza para el desarrollo".

El momento decisivo llegó en 2014, cuando Rusia invadió Crimea. Occidente (EEUU y sus aliados) impuso sanciones fuertes con el dólar y sistemas de banco que controla, y Rusia se dio cuenta de que necesitaba alternativas al sistema financiero occidental. BRICS dejó de ser un club de networking económico y se convirtió en una herramienta política para establecer un sistema aparte.

En el 2014, Rusia invadió y “anexo” la península de Crimea

Por su lado, China al principio jugaba el largo juego. Pero con Xi Jinping tomando las riendas en el 2012, Beijing pasó de "mantener un perfil bajo" a querer liderar el mundo. BRICS se convirtió en la plataforma perfecta: un grupo lo suficientemente grande para tener peso global, pero lo suficientemente manejable para ser controlado por China.

Y así llegamos a 2024. Lo que empezó como un término de inversión ahora es una alianza que busca desafiar el orden mundial establecido. Con nuevos miembros como Irán (porque nada dice "queremos un mundo mejor" como invitar a una teocracia que apoya terroristas a tu club), los BRICS se han convertido en el polo opuesto a Occidente.

El problema es que esta transformación tiene poco que ver con "democratizar" el orden global. China y Rusia han convertido a BRICS en un caballo de Troya: una herramienta para promover un orden mundial alternativo donde, como diria Neutro Shorty, Ahora el que manda Soy Yo.

Ahora, hay una ironía grande de BRICS: es un club unido más por lo que rechaza que por lo que propone. China e India comparten una frontera disputada (en la cual se han caído a literalmente palazos en los últimos años) y una rivalidad histórica que ocasionalmente estalla en conflictos armados. Irán y Arabia Saudita han estado prácticamente en guerra fría por décadas, compitiendo por el dominio del Medio Oriente. Brasil e India no les gusta tanto la idea del poder económico chino, mientras buscan mantener buenas relaciones con Occidente.

La ironía es perfecta: un acrónimo nacido en el corazón del capitalismo occidental ahora es la bandera de quienes quieren derribarlo. Ahora, vamos a ver cuál es la herramienta principal de BRICS para resistir e intentar reemplazar a Occidente.

La guerra del dólar: Entre la libertad financiera y el control autoritario

"El dólar está siendo usado como un arma", declaró Putin esta semana en Kazán. Y por primera vez en mucho tiempo, el líder ruso no está completamente equivocado. La capacidad de Estados Unidos para imponer sanciones económicas a través del sistema financiero global es una de sus herramientas más poderosas. Pregúntenle a Rusia, que vio congelados $300 mil millones de sus reservas tras invadir Ucrania.

Las diferentes tipos de sanciones a Rusia

Es aquí donde BRICS tiene su propuesta más concreta y, potencialmente, más peligrosa: crear un sistema financiero alternativo al dólar. China y Rusia ya presumen que el 95% de su comercio bilateral se realiza en yuanes y rublos. La pregunta es: ¿realmente queremos un sistema financiero controlado por Beijing?

Veamos los números: el dólar representa más del 80% de las transacciones comerciales globales y casi el 60% de las reservas de los bancos centrales. ¿Por qué? No es solo por el poder militar americano. Es porque Estados Unidos, con todos sus defectos, tiene un sistema legal transparente, mercados abiertos, y una larga historia de respetar la propiedad privada.

Ahora imaginemos un sistema financiero dominado por China, donde el gobierno puede congelar las cuentas bancarias de sus ciudadanos por criticar al régimen (o por tener mal “crédito social”), o por Rusia, donde los oligarcas "amigos" del gobierno se apropian de empresas privadas al estilo ¡exprópiese! venezolano.

Sistema de detección y vigilancia Chino

Los BRICS argumentan que quieren "democratizar" el sistema financiero global. Pero la realidad es que buscan reemplazar la influencia americana con... ¿qué exactamente? ¿Un sistema donde el Partido Comunista Chino tiene la última palabra? ¿Dónde Putin decide hacia donde va el dinero?

El problema no es querer alternativas al dólar. El problema es que las alternativas que proponen los BRICS podrían ser peores que la enfermedad. Como dijo un analista del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores: "Es difícil imaginar un desarrollo y adopción generalizada de herramientas financieras BRICS a nivel global". Y con razón.

La paradoja es clara: los países BRICS quieren liberarse del "control" americano... para caer bajo el control de China. Es como saltar de la sartén para caer en un wok.

Al final, la "guerra contra el dólar" de BRICS se parece más a una rebelión de adolescentes contra sus padres que a una verdadera alternativa al orden financiero global. La diferencia es que esta rebelión podría tener consecuencias muy reales para la economía mundial.

Nosotros personalmente preferimos nuestro billetes con Ben que con nada más y nada menos que MAO

Cuidado con lo que deseas, porque se puede hacer realidad". Un mundo sin el dólar como moneda dominante podría ser mucho más caótico, autoritario y peligroso de lo que imaginamos. Y esto nos lleva a la pregunta más importante: ¿Cuales son los futuros que trae BRICS a la mesa?

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