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Los Huelga de los Puertos
La Batalla de la Innovación vs Tradición, y la "Captura de Rentas"
¡Buenas buenas mi gente!
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Ahora, agarren su café, digan que van a llegar 5 minutos tarde a su próxima reunión, y vamos a lanzarnos de clavado en el tema de hoy: La Huelga de los Puertos de EEUU
Tiempo de lectura: Este está larguito, ~12 minutos
Este pasado martes, 1.º de octubre, La ILA, el sindicato de estibadores (palabra caché para referirse a los trabadores de puertos de carga) se declaró en huelga tras no llegar a un acuerdo con las empresas operadoras de puerto. Puedes estar diciendo: ¿Ajá, y a mí me importa por qué? Y te respondemos rapidito:
El costo económico de esta huelga está estimado en al menos $5 mil millones de dólares. Al Día.
Repuestos de carro necesarios para muchos. Electrónicos y baterías. Frutas, alcohol, y café. Todo lo que te puedes imaginar que compras con relativa frecuencia, vas a tener que esperar.
Ahora, ¿Por qué están en huelga estos trabajadores? Las dos exigencias del sindicato son un aumento salarial del 60%, y una prohibición a automatizar los puertos por siempre. Sí, leyeron bien. Por siempre.
En el primer punto, estos estibadores tienen un salario promedio de $200 mil dólares (¡promedio!). Eso es casi 4 veces el promedio nacional en EEUU. Y quieren un 60% más.
En el segundo punto. Los puertos de EEUU ya son más caros, ineficientes, y manuales que la mayoría de los puertos del primer mundo, ¿y adivinen por qué? Por antiguas negociaciones con el sindicato, que ahora quiere mantener el estatus quo por siempre.
Para nosotros, esta huelga es un berrinche. Una enorme extorsión de parte de un sindicato que abusa su enorme poder sobre la economía americana, y por consecuencia, la del mundo.
Hoy decidimos escribir sobre esta huelga porque tiene unos trasfondos muy interesantes, los cuales vamos a tocar hoy:
La historia de los sindicatos: El impacto que han tenido en EEUU tras consolidar su poder
Puertos americanos en cámara lenta: La Ineficiencia Absurda Creada por el Sindicato
Hombre vs. Máquina: El dilema eterno de la automatización
La realidad detrás del show: Estamos en una sociedad de "captura rentas"
Así que ajústate tu casco de seguridad, ponte tus mejores botas de trabajo, y vamos a sumergirnos flow The Wire en este mundo portuario que amenaza con paralizar la economía.
¡Suéltale!
La historia de los sindicatos: El impacto que han tenido en EEUU tras consolidar su poder
Los sindicatos existen por algo. A finales del siglo XIX, ser un obrero en Estados Unidos era más peligroso que ser un personaje secundario en Game of Thrones. Niños en fábricas, jornadas de 16-18 horas, y si te lesionabas en el trabajo... bueno, digamos que el seguro médico no tenía nada de “seguro”.
Niños chambeadores
Enter los sindicatos. Estos grupos se formaron para luchar contra los abusos laborales y lograron algunas victorias por las que podemos dar las gracias hoy en día:
Jornadas de 8 horas y 5 días a la semana
Prohibición del trabajo infantil (Sorry, no más niños de 10 años operando maquinaria pesada)
Condiciones de seguridad en el trabajo (Porque a todos nos gusta llegar vivo a la casa)
Salario mínimo
Los sindicatos fueron una reacción necesaria al boom económico de la revolución industrial y los abusos laborales que esta trajo.
A medida que ganaban batallas, los sindicatos acumulaban poder. Para los años 50, ser parte de un sindicato era la movida. El 35% de los trabajadores de EEUU estaban sindicalizados, y tenían el país prácticamente en la palma de su mano. Es aquí donde las cosas se van de lado
Los sindicatos en su “peak”
Empezaron a exigir aumentos salariales que hacían parecer el sueldo promedio como dinero de Monopolio. Negociaron pensiones más generosas que la Madre Teresa. Y, por supuesto, se resistieron a cualquier cambio tecnológico como si las máquinas fueran a robarse sus almuerzos.
El resultado: industrias enteras se volvieron tan poco competitivas que parecía que estaban compitiendo por el último lugar. 2 ejemplos clásicos:
La Industria Automotriz, y La Ruina de Detroit: Detroit era el epicentro de automóviles en EEUU, pero el creciente poder del sindicato de la industria condenó su declive. Con el tiempo, los contratos inflexibles del sindicato volvieron imposible competir con fabricantes extranjeros. Esto, combinado con las onerosas obligaciones financieras impuestas por los contratos sindicales, sumergió a Detroit en una espiral de declive económico y demográfico. La ciudad, que una vez fue símbolo del poderío industrial estadounidense, terminó declarándose en bancarrota en 2013, víctima de un sistema sindical que, en su afán por “proteger a los trabajadores”, acabó por asfixiar a la gallina de los huevos de oro.
La que llegó a ser la ciudad más rica del mundo. Ahora gran parte en ruinas
El Acero Americano: United Steelworkers (USW), el principal sindicato del sector siderúrgico, ganó un poder sin precedentes. A lo largo de los ‘50 y ‘60, el USW negoció contratos cada vez más costosos, con aumentos salariales masivos y beneficios generosos. Las consecuencias eran obvias: las empresas siderúrgicas estadounidenses se volvieron menos competitivas frente a extranjeros con costos laborales más bajos. Estos también se opusieron a la modernización y automatización, dejando a la industria estadounidense atrás en eficiencia y productividad. Para los años 80, la industria estaba en crisis, con cierres masivos de plantas y despidos. Ciudades como Youngstown, Ohio, alguna vez prósperas, se convirtieron en símbolos del "Rust Belt" o “cinturón oxidado”.
Toda una industria se oxidó, literalmente
Y Sí, no toda la culpa la tienen los sindicatos. Hay muchos factores de por qué las industrias de manufactura en EEUU cayeron. La globalización siendo una muy relevante. Pero la realidad es que los sindicatos y sus exigencias fueron un catalizador enorme para las empresas de globalizarse.
Y aquí estamos hoy, con nuestros amigos los estibadores haciendo un all-in con la economía del país como si fuese póker. Con poder para paralizar puertos enteros y un salario promedio que haría llorar a un banquero de Wall Street, son el ejemplo perfecto de cómo algunos sindicatos pasaron de proteger al trabajador a proteger sus propios intereses.
Vamos a analizar bien: ¿De que se está quejando esta gente?
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